Sirve de excusa que me sacaran una muela del juicio? No, lo de la muela fue posterior al día fijado para completar el test. Bueno, al menos he retomado el blog y me he confesado cuando podría haber obviado el tema. No, no hay excusa, pero no voy a torturarme con la culpa.
Ah, que por qué entonces el título del post? Pues...
En los últimos días se produjo un cambio inesperado y bastante trascendente que merece mayor atención.
El miércoles pasado, tenía que inscribirme para las materias que cursaré este cuatrimestre en la Facultad. Salí dos horas antes del trabajo y así y todo no llegué antes de que finalizara el horario de atención. Si, la facultad queda en la cabeza de la tortuga que sostiene a los cuatro elefantes que sostienen el mundo.
Me aseguraron que tengo tiempo de inscribirme hasta el 15 de Marzo y ese día iré por la mañana y entraré más tarde al trabajo.
E l inconveniente que se planteó es el siguiente, habiendo recabado una lista de las materias y sus horarios, tomo conocimiento que esta carrera sólo tiene un turno y unos horarios fijos, y la mayoría de las clases comienzan a las 5 PM.
Ah, perdón, olvidé mencionar que yo trabajo hasta las 6 PM? No, lo hice en el post anterior. Sin contar que, de acuerdo a lo experimentado, viajar desde el rabo hasta la cabeza de la tortuga puede llevarme poquito más de dos horas.
Ah, perdón, olvidé mencionar que yo trabajo hasta las 6 PM? No, lo hice en el post anterior. Sin contar que, de acuerdo a lo experimentado, viajar desde el rabo hasta la cabeza de la tortuga puede llevarme poquito más de dos horas.
Me volví a casa con una sensación de desaliento, pero no de sorpresa. Por alguna razón esperaba que algo así sucediera. Por qué? Porque entonces llegaba un momento de decisión por el que ya he pasado y fallé.
La vida me pone nuevamente ante esta elección y me dice: ‘A ver querida, veamos si has aprendido algo hasta ahora’. Sólo que esta vez, y luego de presentarme a esta mesa de examen varias veces, he aprendido! Si, finalmente entendí que es lo que debo cambiar para que el resultado final no sea el mismo.
No necesité darle muchas vueltas al asunto, miré en la Web de la Facultad, los programas de estas tres materias (si, tres nada más) que me corresponden este cuatrimestre y me dije ‘Yo puedo hacer esto’ y agregué ‘que le den por culo al trabajo’. Por qué voy a darle prioridad a exactamente aquello que no me gusta y dejar de lado algo que de verdad quiero hacer y que me reportará ciertos beneficios en el futuro? Ya aprendí cual es la respuesta correcta.
Así que al día siguiente y después de una noche en vela (que sientas que tomaste la decisión correcta no te exime de la preocupación por la misma), le trasladé el problema a mi jefe, quien a su vez se lo trasladó al gerente general y al dueño de la compañía quienes, luego de deliberar por una hora, decidieron darme una reducción horaria.
Es decir, no me quedo sin trabajo. No sin esfuerzo, podré compaginarlo con el estudio. Habrá una obvia reducción de mi sueldo, pero, hey, no estoy desempleada.
Voy a estudiar, no me mola la obligatoriedad de las lecturas, el escuchar clases que pueden ser aburridas, el completar trabajos prácticos pedorros y los exámenes, pero quiero ese certificado que te dan al final, luego de pasar por todo lo anterior. Siempre lo quise y ahora voy a por él.
Este ha sido un gran cambio, pero tampoco lo celebro mucho, es que soy un poco una tight little bitch y espero todavía mucho más de mi.